jueves, 3 de agosto de 2017

Una sola religión humana



Hace ahora un año que escribía en mi blog este artículo, en el que valoraba la necesidad de una nueva fé, de una fé basada en este mundo, en nuestra existencia, en ninguna religión o creencia que nos transcendiera: Fe religiosa versus fe cívica.

No obstante, cualquiera puede a estas alturas del SXXI concluir que eso de una fé cívica es mucho más difícil de observar por la ciudadanía que una fe religiosa y ahí tenemos un problema. Cuando las personas, advertidas por la razón de lo impropio de seguir mitos religiosos que buscan ensombrecer la existencia en aras de una promesa en el más allá, siguen postponiendo su acción cívica racional y expiando su conciencia con mitos y ritos transcendentes a la existencia, habremos de plantearnos muy seriamente el valor de estos mitos y ritos que canalizan, ordenan y guian la existencia social de la mayor parte de la humanidad.

¿Tenemos necesidad de mitificar y ritualizar nuestra ecistencia? ¿Cumple un valor importante en nuestra seguridad colectiva estructurando moralmente nuestras sociedades?

Y en ello estoy, cuando preso de un desasosiego propio de quien no se resigna a pensar en que el desarrollo de progreso moral alcanzado por la humanidad sea el único futuro que nos espera, trato de saber qué es lo que el ser humano ha hecho mal hasta ahora para seguir sometido a la miseria moral consigo mismo y con el planeta.

Quizá necesitamos una nueva religión de la humanidad y entonces pienso en el panteismo, en la religión que alumbró el dios de Baruk Espinoza. Aquella que pone en el lugar de dios a la propia naturaleza, al Universo pleno y la existencia humana. Sí, quizá, para avanzar en la existencia, cohexionando al mismo tiempo las sociedades en la persecución del bien común, necesitamos una religión mistica e interna, pero que al mismo tiempo sea preceptible hacia el bien común. Una fé no transcendente, sino inmanente a la propia existencia humana. Unos ritos de respeto al ser humano y la naturaleza.

¿Y si fundamos la Iglesia donde el único dios sea el Universo, el único templo el planeta, la unica doctrina el bien común y los únicos ritos la libertad, la igual sustancia y conciencia y la fraternidad universal. Los oficiantes, el conjunto de los seres humanos ?

¿Sabeis de una idea más potente para extender el mensaje de otro mundo posible?