martes, 20 de diciembre de 2011

Lágrimas de sangre. "David contra Goliat"




Este es el corte número 21 del último trabajo de LÁGRIMAS DE SANGRE http://www.lagrimasdesangre.com/ : "DAVID CONTRA GOLIAT", incluido en el próximo documental de RECOLUTIONS: "MERCABANCA. La Meca de la Banca y la Corrupción" http://www.recolutions.org/2011/08/mercabanca/ y editado con parte de las imágenes del docu...

Espero que os guste...

¡¡¡GRACIAS!!!

viernes, 16 de diciembre de 2011

Mesa redonda PAH /DRY /ATTAC Acordem. Julio 2011



Moviments d’Acció Social,
de la teoria a la pràctica.
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Plataforma d’Afectats per les Hipoteques (PAH)
ATTAC Acordem i Democracia Real Ya (DRY)
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Ada Colau PAH
Antonio Fuertes ATTAC
Jordi Toret DRY
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Dijous 28 de Juliol / 2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Por una transformación de la política




Antonio Fuertes Esteban.
ATTAC Acordem


La necesaria construcción de un movimiento social y político antineoliberal, democrático y republicano

La presente propuesta surge como forma posible de ofrecer una respuesta política organizativa desde la ciudadanía. Ello ante la convicción mayoritaria de que el crítico momento actual, de la idea y de la práctica democrática, está conduciendo a la humanidad a una nueva “Edad Media Global” en la que unos pocos plutócratas dominan nuestro país y el Mundo y esta carrera no se detendrá a menos que la conciencia ciudadana no se una y organice.
Hoy ya nadie puede negar lo evidente, gobiernan los mercados, no los representantes de la ciudadanía y mucho menos el pueblo. Pero también es evidente que este despótico poder no gobierna para el pueblo, sino en su propio beneficio y contra el interés y necesidades de toda la Humanidad. El mayor problema que tenemos es que desde la actual sociedad individualizada, dividida, enfrentada y adormecida por los medios de persuasión del poder económico, es prácticamente imposible ofrecer respuestas sólidas posibles para que la ciudadanía se organice eficazmente y recupere el poder que los mercados le han sustraído.
En España, la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas celebraron la muerte del dictador y la proclamación de la democracia monárquica constitucional, sin embargo tres décadas más tarde una oligarquía económica sigue gobernando el país, salvo que esta vez es global y gobierna globalmente. Mientras tanto diversas oligarquías políticas aspiran a poder ser los actores principales del desgobierno del Estado español, que se da en consonancia con el desgobierno Europeo y Mundial.
La gran globalización es un fenómeno de la historia reciente, pero sin embargo ya asentado y en vías de consolidarse. De la otra parte, algunas insuficientes resistencias ciudadanas vehiculadas globalmente a través, entre otros, del Foro Social Mundial y de algunos gobiernos latinoamericanos y otros, que tratan de detener el avance imparable de los globalizadores anglosalones y otros.
Hoy hay consenso en admitir que cualquier cambio sustancial se ha de construir en un constante diálogo entre lo local y lo global. Defender lo contrario en un Mundo fundamentalmente interrelacionado sería engañarse. Sin embargo esta obviedad, no nos puede ocultar que la globalización neoliberal no sólo ha avanzado por que las fronteras se hayan diluido a causa de la tecnología. Muchos nos cansamos de repetir hasta la saciedad que la globalización neoliberal es el gran logro del poder del dinero, que se ha implantado debido a la presión de los lobbies del capital, pero también debido a la vergonzosa renuncia de los políticos de las “izquierdas” mayoritarias a ejercer como legisladores del pueblo y no a favor del capital.
Con cierta frecuencia, popularmente se tilda al conjunto de políticos como “clase política”. Esta afirmación molesta a muchos que afirman que “no todos los políticos son iguales”, ambas afirmaciones hay que tratarlas con reposado cuidado. Y es que, si bien es verdad que hay diferencias ideológicas en los programas de los diferentes partidos, también es verdad que la actividad parlamentaria y el profesionalismo político, cuando no el ejercicio del poder, son factores que tienden a alejarlos de la realidad de la calle, salvo honrosas excepciones, contemplando en su totalidad su ejercicio como el propio de los que se dedican en exclusiva a la política. Al mismo tiempo son los propios políticos los que suelen “encerrar la política en un solo juguete”, su parcela de poder representativo. Esta imagen bidireccional, les reviste de un envoltorio corporativo como “clase política” y les distancia de la gente común. Esta visión es connatural al sistema político de la democracia liberal, paradigma político vencedor y “reinante” en la actual fase de la Modernidad.
Sin embargo, ya va apercibiéndose la ciudadanía de cuan vacuas son las ínfulas de poder de los políticos hoy día. Sirva como muestra el ejemplo de Rajoy, que sintiéndose “coronado”, prometió el oro y el moro cínicamente hasta que fue elegido. Ahora, antes de formar gobierno, ya no promete nada, sólo previene de las dificultades y se cura en salud anunciando lo peor que está por venir, de su mano claro. Y esto es posible porque claramente el Neoliberalismo, adoptado por tirios y troyanos, ha sido el arma para el “golpe de Estado global” del Mercado a la democracia. A los políticos que se pliegan al Mercado sólo les queda obedecer, es lo que hay y todos lo saben.
Una vez llegados a esta nefasta conclusión solo cabe preguntarse ¿La dictadura del mercado como sistema político es definitiva? ¿Puede el pueblo recuperar el poder que le ha sido robado? ¿Cómo?
Responder a esta pregunta nos llevará a adentrarnos en vastas y diversas reflexiones sobre el poder en la Globalización y sobre las formas de gobernanza. Podemos convenir que combatir el sistema actual requiere de meditadas y consensuadas estrategias políticas que necesariamente han de construirse desde geometrías variables y atendiendo a la interrelación continua entre los poderes globales económicos y los poderes locales hoy políticamente pasivos. Las grandes líneas ideológicas y políticas se planifican hoy globalmente, desde los foros ideológicos y las universidades de la plutocracia del dinero y son ejecutadas por gabinetes de gestión política sujetos a la presión de los lobbies y al dictado del Mercado.
Entonces ¿Cómo comenzar a organizar las fuerzas de cambio antisistémicas? La respuesta no deja dudas, no hay otra forma de iniciar el trayecto que desde nosotros mismos, desde lo local, los estados. Pero al mismo tiempo y no menos importante, hay que ir construyendo interrelaciones entre los diversos agentes políticos y ciudadanía, que actúan bajo distintos gobiernos locales, y esto a nivel internacional con objeto de que se vayan tejiendo local y globalmente los instrumentos políticos del cambio, estableciendose nodos y redes de contrapoder.
Lo primero a constatar es que en la esfera local, desde el municipio hasta los parlamentos diversos, el sistema representativo está en crisis, no sirve al gobierno del pueblo y hay que refundarlo. La política ha de dejar de ser una cuestión exclusiva de profesionales que contrastan sus programas y agendas políticas en el marco de parlamentos e instituciones políticas varias. Para ello los políticos tienen que bajar al pueblo, a pié de calle y los ciudadanos han de poder controlar el ejercicio de gobierno y elevarse ante la posibilidad de tomar decisiones. Es el único inicio de camino a transitar para que el pueblo comience a recuperar, poco a poco, el poder que le ha sido sustraído. Ello ante la falta de “voluntad política” de los profesionales de la política, unas veces por incapacidad o falta de apoyo popular, otras por complacencia, otras por aquiescencia, otras por cobardía o miedo al cambio, otras por incompetencia y otras por omisión, interés o comodidad.
Los verdaderos representantes del pueblo, a partir de ahora, habrían de saber llevar a las instituciones varias el sentir, la “voz de la calle” y para ello han de estar en contacto con ella, lo que no se consigue encerrándose en las sedes, ni en las atalayas privilegiadas de la política. Es este el tipo de representantes que necesitamos, que estén en contacto con la gente, con las asociaciones cívicas y políticas, en plazas y barrios. Pero también es absolutamente necesario que intenten, con humildad y con todas sus fuerzas, diluir inteligente y cabalmente las fronteras de la partitocracia, de sus partitocracias correspondientes. Este es el principal mal endémico de nuestra democracia, que tanto daño ha hecho a la deliberación política en los parlamentos y en la sociedad, al preferir levantar espadas y murallas mediante una enconada oposición y la disciplina de voto y contra los argumentos del “enemigo”, a buscar respuestas racionales a los problemas de la gente, contribuyendo con ello a enfrentar a la sociedad. El proceso ha sido largo y hoy se ve el parlamento como un espacio de confrontación natural, como un circo romano, y esto traslada a la sociedad mayores litigios que los que ya la sociedad tiene de por si. La política hoy es en un proceso de desencuentro en parlamento y sociedad que se retroalimenta. Lejos está de los mejores argumentos y cerca del adoctrinamiento, el seguidismo y las filias y fobias políticas.
En general, se estimulan espacios políticos de confrontación que no de debate político, que lejos de ayudar a encontrar juntos el bien común, conducen a una lucha de enconados intereses políticos particulares buscando nichos y cuotas de voto. Además de contribuir al desentendimiento y desafección ciudadana por los temas de la política, que no habría de ser sino la intersección de saberes, experiencias, sentimientos y voluntades para buscar el bien común y nunca la forma en que los más fuertes -que no los argumentos más sólidos- se imponen a los más débiles.
También los partidos se desprestigian, despolitizan y se hacen dependientes de los poderes económicos, al burocratizarse y pasar a ser en gran parte plataformas de interés corporativo cuando no maquinarias de captación de votos, con las promesas y adhesiones o incumplimientos y desencuentros que esto conlleva.
La superación del sistema capitalista, interpela a las formas de hacer política, sólo la deliberación política y la participación ciudadana podrán derribar el sistema capitalista de competencia. Este no es sino una proyección del estado de naturaleza original en el corpus social actual, con formas pretendidamente democráticas, pero que lógicamente solo conducen a la dominación de unas personas, países y clases sobre otros. Cuando los ciudadanos y ciudadanas del Mundo entendamos la esencia de la República del bien común, pensaremos en global, la humanidad habrá dado un gran paso adelante y por fin otro mundo mejor será posible.

En concreto ¿A dónde quiero llegar, que propongo? Pues muy sencillo, ni más ni menos que trabajar a diversos niveles para fundar una alianza de hermandad entre los políticos electos de la izquierda y consecuentemente antineoliberales y la ciudadanía crítica para promover de nuevo el control de la sociedad y la política del bien común, sobre el mercado. Esto necesariamente nos obliga a todos y todas a recuperar la cultura y los ritos del compromiso, que se fueron perdiendo desde que dejamos de combatir la dictadura franquista y que hoy necesitamos como el agua para combatir a “la Hidra sistémica”, la dictadura del mercado fundamentalista.
Más allá de los espacios de representación partidista a todos los niveles, los cargos políticos de diversos partidos que sean personas comprometidas contra el neoliberalismo y los ciudadanos, ciudadanas y asociaciones críticas habrían de comenzar a construir espacios de encuentro, debate y alternativas de movilización y representación política por el cambio y que atraigan la afección y el soporte ciudadano.
Esta sería la base para construir/constituir un amplio movimiento ciudadano, social y político que sea antineolibaral, auténticamente democrático y republicano, dirigido al cambio sustantivo y a la sociedad del “buen vivir” y que pueda presentarse a unas futuras elecciones con posibilidades de ganarlas y formar gobierno.
Si el liberalismo ha acabado con la política, todos aquellos que estén en disposición de combatirlo desde la política, buscando alianzas entre la sociedad y las fuerzas políticas de cambio, están obligados moral y éticamente a hacerlo. Para ello los líderes políticos de la izquierda actual, que desearan incorporarse al proceso, habrían de renunciar a parcelas de seguridad y poder que su estatus les confiere, no sin la recompensa de la satisfacción que entrañaría el compromiso con el proyecto y los logros que pronto serían visibles.
Qué duda cabe que los políticos implicados en esta hermandad social y política amplia, habrían de ser en todo momento un ejemplo de honestidad, rigor y entrega ya que habrían de convertirse en auténticos servidores del pueblo y no de intereses propios, de su partido o foráneos, cuando no de oscuros. Esto con el fin de recuperar la credibilidad entre la ciudadanía que no tienen hoy los políticos en liza de cara a gran parte del electorado. No olvidemos que muchos votantes votan como "mal menor" a partidos que no les provocan especial ilusión. Seguramente la congruencia, la unión de los iguales y en general la ejemplaridad en el servicio a la ciudadanía, darían a medio plazo frutos políticos, que en las actuales circunstancias serían imposibles. Ello sin tener que abandonar por el momento los escaños.
Una de las renuncias, que en el fondo sería ganar autonomía y dignidad, consistiría en renunciar a la “necesaria” disciplina de voto partidista en función de la disciplina a la libertad de conciencia. De esta forma se harían prevalecer sistemáticamente la defensa de las medidas de carácter social y el combate a las medidas neoliberales.
Otra sería renunciar a cualquier privilegio que no tenga cualquier trabajador en activo: pensiones vitalicias, planes de pensiones de capitalización, abuso de dietas, coches oficiales, etc.
Un tercer paso podría ser trabajar por la creación de un foro antineoliberal de diputados/as, ediles, etc… dentro del marco extraparlamentario, donde se pudiera desarrollar el debate político que no se da en los órganos de representación oficial y ello junto a representantes y personas significativas de la sociedad civil organizada.
El cuarto paso sería potenciar el debate y la participación ciudadana, al mismo tiempo que medios alternativos de comunicación e información: Web, publicaciones...
El quinto paso consistiría en promover nexos de unión entre dichos parlamentarios y la sociedad civil, con objeto de constituir un amplio Frente Antineoliberal en futuras elecciones. Frente capaz de publicitarse en las elecciones por el boca a boca y sin tener que acudir a financiación bancaria, en la red, por su ejemplo y por su programa en el cual podrían figurar entre los primeros objetivos: El planteamiento de un referéndum para abrir un nuevo y participativo proceso constituyente, la nacionalización como mínimo de las cajas de Ahorros y de las bancas salvadas con dinero público y la implementación de medidas de consulta directa y democracia participativa.
Es un posible camino de cambio, no hay muchas fisuras en el sistema y hemos de aprovecharlas y como muy bien decían los de la generación de la Guerra, “todo lo que vale, cuesta”, naturalmente sin confundir por ello valor y precio. Cuesta privilegios, esfuerzos y dedicación. Vamos lo que antes era hacer política desde la resistencia y las trincheras y no desde los púlpitos y las poltronas inamovibles. Hoy no se puede, desde la óptica de cambio, ser tibios y complacientes con el sistema. Vamos que, ante los retos que tenemos, no se puede estar “en misa y repicando.
Que quede bien claro, ¡somos los muchos de abajo y vamos a por los pocos de arriba! Que cada uno elija de qué lado está. Parlamentarios, ediles, políticos, ¡bajar al pueblo! ¡sed pueblo! Y ganaremos la baza al capital.
¡Viva la república democrática y social de los ciudadanos y ciudadanas!
Barcelona, 8 de diciembre de 2011

jueves, 8 de diciembre de 2011

Por una transformación de la política: la necesaria construcción de un movimiento social y político antineoliberal, democrático y republicano


Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

La presente propuesta surge como forma posible de ofrecer una respuesta política organizativa desde la ciudadanía. Ello ante la convicción mayoritaria de que el crítico momento actual, de la idea y de la práctica democrática, está conduciendo a la humanidad a una nueva “Edad Media Global” en la que unos pocos plutócratas dominan nuestro país y el Mundo y esta carrera no se detendrá a menos que la conciencia ciudadana no se una y organice.

Hoy ya nadie puede negar lo evidente, gobiernan los mercados, no los representantes de la ciudadanía y mucho menos el pueblo. Pero también es evidente que este despótico poder no gobierna para el pueblo, sino en su propio beneficio y contra el interés y necesidades de toda la Humanidad. El mayor problema que tenemos es que desde la actual sociedad individualizada, dividida, enfrentada y adormecida por los medios de persuasión del poder económico, es prácticamente imposible ofrecer respuestas sólidas posibles para que la ciudadanía se organice eficazmente y recupere el poder que los mercados le han sustraído.

En España, la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas celebraron la muerte del dictador y la proclamación de la democracia monárquica constitucional, sin embargo tres décadas más tarde una oligarquía económica sigue gobernando el país, salvo que esta vez es global y gobierna globalmente. Mientras tanto diversas oligarquías políticas aspiran a poder ser los actores principales del desgobierno del Estado español, que se da en consonancia con el desgobierno Europeo y Mundial.

La gran globalización es un fenómeno de la historia reciente, pero sin embargo ya asentado y en vías de consolidarse. De la otra parte, algunas insuficientes resistencias ciudadanas vehiculadas globalmente a través, entre otros, del Foro Social Mundial y de algunos gobiernos latinoamericanos y otros, que tratan de detener el avance imparable de los globalizadores anglosalones y otros.

Hoy hay consenso en admitir que cualquier cambio sustancial se ha de construir en un constante diálogo entre lo local y lo global. Defender lo contrario en un Mundo fundamentalmente interrelacionado sería engañarse. Sin embargo esta obviedad, no nos puede ocultar que la globalización neoliberal no sólo ha avanzado por que las fronteras se hayan diluido a causa de la tecnología. Muchos nos cansamos de repetir hasta la saciedad que la globalización neoliberal es el gran logro del poder del dinero, que se ha implantado debido a la presión de los lobbies del capital, pero también debido a la vergonzosa renuncia de los políticos de las “izquierdas” mayoritarias a ejercer como legisladores del pueblo y no a favor del capital.

Con cierta frecuencia, popularmente se tilda al conjunto de políticos como “clase política”. Esta afirmación molesta a muchos que afirman que “no todos los políticos son iguales”, ambas afirmaciones hay que tratarlas con reposado cuidado. Y es que, si bien es verdad que hay diferencias ideológicas en los programas de los diferentes partidos, también es verdad que la actividad parlamentaria y el profesionalismo político, cuando no el ejercicio del poder, son factores que tienden a alejarlos de la realidad de la calle, salvo honrosas excepciones, contemplando en su totalidad su ejercicio como el propio de los que se dedican en exclusiva a la política. Al mismo tiempo son los propios políticos los que suelen “encerrar la política en un solo juguete”, su parcela de poder representativo. Esta imagen bidireccional, les reviste de un envoltorio corporativo como “clase política” y les distancia de la gente común. Esta visión es connatural al sistema político de la democracia liberal, paradigma político vencedor y “reinante” en la actual fase de la Modernidad.

Sin embargo, ya va apercibiéndose la ciudadanía de cuan vacuas son las ínfulas de poder de los políticos hoy día. Sirva como muestra el ejemplo de Rajoy, que sintiéndose “coronado”, prometió el oro y el moro cínicamente hasta que fue elegido. Ahora, antes de formar gobierno, ya no promete nada, sólo previene de las dificultades y se cura en salud anunciando lo peor que está por venir, de su mano claro. Y esto es posible porque claramente el Neoliberalismo, adoptado por tirios y troyanos, ha sido el arma para el “golpe de Estado global” del Mercado a la democracia. A los políticos que se pliegan al Mercado sólo les queda obedecer, es lo que hay y todos lo saben.

Una vez llegados a esta nefasta conclusión solo cabe preguntarse ¿La dictadura del mercado como sistema político es definitiva? ¿Puede el pueblo recuperar el poder que le ha sido robado? ¿Cómo?

Responder a esta pregunta nos llevará a adentrarnos en vastas y diversas reflexiones sobre el poder en la Globalización y sobre las formas de gobernanza. Podemos convenir que combatir el sistema actual requiere de meditadas y consensuadas estrategias políticas que necesariamente han de construirse desde geometrías variables y atendiendo a la interrelación continua entre los poderes globales económicos y los poderes locales hoy políticamente pasivos. Las grandes líneas ideológicas y políticas se planifican hoy globalmente, desde los foros ideológicos y las universidades de la plutocracia del dinero y son ejecutadas por gabinetes de gestión política sujetos a la presión de los lobbies y al dictado del Mercado.

Entonces ¿Cómo comenzar a organizar las fuerzas de cambio antisistémicas? La respuesta no deja dudas, no hay otra forma de iniciar el trayecto que desde nosotros mismos, desde lo local, los estados. Pero al mismo tiempo y no menos importante, hay que ir construyendo interrelaciones entre los diversos agentes políticos y ciudadanía, que actúan bajo distintos gobiernos locales, y esto a nivel internacional con objeto de que se vayan tejiendo local y globalmente los instrumentos políticos del cambio, estableciendose nodos y redes de contrapoder.

Lo primero a constatar es que en la esfera local, desde el municipio hasta los parlamentos diversos, el sistema representativo está en crisis, no sirve al gobierno del pueblo y hay que refundarlo. La política ha de dejar de ser una cuestión exclusiva de profesionales que contrastan sus programas y agendas políticas en el marco de parlamentos e instituciones políticas varias. Para ello los políticos tienen que bajar al pueblo, a pié de calle y los ciudadanos han de poder controlar el ejercicio de gobierno y elevarse ante la posibilidad de tomar decisiones. Es el único inicio de camino a transitar para que el pueblo comience a recuperar, poco a poco, el poder que le ha sido sustraído. Ello ante la falta de “voluntad política” de los profesionales de la política, unas veces por incapacidad o falta de apoyo popular, otras por complacencia, otras por aquiescencia, otras por cobardía o miedo al cambio, otras por incompetencia y otras por omisión, interés o comodidad.

Los verdaderos representantes del pueblo, a partir de ahora, habrían de saber llevar a las instituciones varias el sentir, la “voz de la calle” y para ello han de estar en contacto con ella, lo que no se consigue encerrándose en las sedes, ni en las atalayas privilegiadas de la política. Es este el tipo de representantes que necesitamos, que estén en contacto con la gente, con las asociaciones cívicas y políticas, en plazas y barrios. Pero también es absolutamente necesario que intenten, con humildad y con todas sus fuerzas, diluir inteligente y cabalmente las fronteras de la partitocracia, de sus partitocracias correspondientes. Este es el principal mal endémico de nuestra democracia, que tanto daño ha hecho a la deliberación política en los parlamentos y en la sociedad, al preferir levantar espadas y murallas mediante una enconada oposición y la disciplina de voto y contra los argumentos del “enemigo”, a buscar respuestas racionales a los problemas de la gente, contribuyendo con ello a enfrentar a la sociedad. El proceso ha sido largo y hoy se ve el parlamento como un espacio de confrontación natural, como un circo romano, y esto traslada a la sociedad mayores litigios que los que ya la sociedad tiene de por si. La política hoy es en un proceso de desencuentro en parlamento y sociedad que se retroalimenta. Lejos está de los mejores argumentos y cerca del adoctrinamiento, el seguidismo y las filias y fobias políticas.

En general, se estimulan espacios políticos de confrontación que no de debate político, que lejos de ayudar a encontrar juntos el bien común, conducen a una lucha de enconados intereses políticos particulares buscando nichos y cuotas de voto. Además de contribuir al desentendimiento y desafección ciudadana por los temas de la política, que no habría de ser sino la intersección de saberes, experiencias, sentimientos y voluntades para buscar el bien común y nunca la forma en que los más fuertes -que no los argumentos más sólidos- se imponen a los más débiles.

También los partidos se desprestigian, despolitizan y se hacen dependientes de los poderes económicos, al burocratizarse y pasar a ser en gran parte plataformas de interés corporativo cuando no maquinarias de captación de votos, con las promesas y adhesiones o incumplimientos y desencuentros que esto conlleva.

La superación del sistema capitalista, interpela a las formas de hacer política, sólo la deliberación política y la participación ciudadana podrán derribar el sistema capitalista de competencia. Este no es sino una proyección del estado de naturaleza original en el corpus social actual, con formas pretendidamente democráticas, pero que lógicamente solo conducen a la dominación de unas personas, países y clases sobre otros. Cuando los ciudadanos y ciudadanas del Mundo entendamos la esencia de la República del bien común, pensaremos en global, la humanidad habrá dado un gran paso adelante y por fin otro mundo mejor será posible.

En concreto ¿A dónde quiero llegar, que propongo? Pues muy sencillo, ni más ni menos que trabajar a diversos niveles para fundar una alianza de hermandad entre los políticos electos de la izquierda y consecuentemente antineoliberales y la ciudadanía crítica para promover de nuevo el control de la sociedad y la política del bien común, sobre el mercado. Esto necesariamente nos obliga a todos y todas a recuperar la cultura y los ritos del compromiso, que se fueron perdiendo desde que dejamos de combatir la dictadura franquista y que hoy necesitamos como el agua para combatir a “la Hidra sistémica”, la dictadura del mercado fundamentalista.

Más allá de los espacios de representación partidista a todos los niveles, los cargos políticos de diversos partidos que sean personas comprometidas contra el neoliberalismo y los ciudadanos, ciudadanas y asociaciones críticas habrían de comenzar a construir espacios de encuentro, debate y alternativas de movilización y representación política por el cambio y que atraigan la afección y el soporte ciudadano.

Esta sería la base para construir/constituir un amplio movimiento ciudadano, social y político que sea antineolibaral, auténticamente democrático y republicano, dirigido al cambio sustantivo y a la sociedad del “buen vivir” y que pueda presentarse a unas futuras elecciones con posibilidades de ganarlas y formar gobierno.

Si el liberalismo ha acabado con la política, todos aquellos que estén en disposición de combatirlo desde la política, buscando alianzas entre la sociedad y las fuerzas políticas de cambio, están obligados moral y éticamente a hacerlo. Para ello los líderes políticos de la izquierda actual, que desearan incorporarse al proceso, habrían de renunciar a parcelas de seguridad y poder que su estatus les confiere, no sin la recompensa de la satisfacción que entrañaría el compromiso con el proyecto y los logros que pronto serían visibles.

Qué duda cabe que los políticos implicados en esta hermandad social y política amplia, habrían de ser en todo momento un ejemplo de honestidad, rigor y entrega ya que habrían de convertirse en auténticos servidores del pueblo y no de intereses propios, de su partido o foráneos, cuando no de oscuros. Esto con el fin de recuperar la credibilidad entre la ciudadanía que no tienen hoy los políticos en liza de cara a gran parte del electorado. No olvidemos que muchos votantes votan como "mal menor" a partidos que no les provocan especial ilusión. Seguramente la congruencia, la unión de los iguales y en general la ejemplaridad en el servicio a la ciudadanía, darían a medio plazo frutos políticos, que en las actuales circunstancias serían imposibles. Ello sin tener que abandonar por el momento los escaños.

Una de las renuncias, que en el fondo sería ganar autonomía y dignidad, consistiría en renunciar a la “necesaria” disciplina de voto partidista en función de la disciplina a la libertad de conciencia. De esta forma se harían prevalecer sistemáticamente la defensa de las medidas de carácter social y el combate a las medidas neoliberales.

Otra sería renunciar a cualquier privilegio que no tenga cualquier trabajador en activo: pensiones vitalicias, planes de pensiones de capitalización, abuso de dietas, coches oficiales, etc.

Un tercer paso podría ser trabajar por la creación de un foro antineoliberal de diputados/as, ediles, etc… dentro del marco extraparlamentario, donde se pudiera desarrollar el debate político que no se da en los órganos de representación oficial y ello junto a representantes y personas significativas de la sociedad civil organizada.

El cuarto paso sería potenciar el debate y la participación ciudadana, al mismo tiempo que medios alternativos de comunicación e información: Web, publicaciones...

El quinto paso consistiría en promover nexos de unión entre dichos parlamentarios y la sociedad civil, con objeto de constituir un amplio Frente Antineoliberal en futuras elecciones. Frente capaz de publicitarse en las elecciones por el boca a boca y sin tener que acudir a financiación bancaria, en la red, por su ejemplo y por su programa en el cual podrían figurar entre los primeros objetivos: El planteamiento de un referéndum para abrir un nuevo y participativo proceso constituyente, la nacionalización como mínimo de las cajas de Ahorros y de las bancas salvadas con dinero público y la implementación de medidas de consulta directa y democracia participativa.

Es un posible camino de cambio, no hay muchas fisuras en el sistema y hemos de aprovecharlas y como muy bien decían los de la generación de la Guerra, “todo lo que vale, cuesta”, naturalmente sin confundir por ello valor y precio. Cuesta privilegios, esfuerzos y dedicación. Vamos lo que antes era hacer política desde la resistencia y las trincheras y no desde los púlpitos y las poltronas inamovibles. Hoy no se puede, desde la óptica de cambio, ser tibios y complacientes con el sistema. Vamos que, ante los retos que tenemos, no se puede estar “en misa y repicando.

Que quede bien claro, ¡somos los muchos de abajo y vamos a por los pocos de arriba! Que cada uno elija de qué lado está. Parlamentarios, ediles, políticos, ¡bajar al pueblo! ¡sed pueblo! Y ganaremos la baza al capital.

¡Viva la república democrática y social de los ciudadanos y ciudadanas!

Barcelona, 8 de diciembre de 2011

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Quién dijo Horror?


Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

A día de hoy, en el reino de España se siguen destrozando miles y miles de puestos de trabajo, la caja de la seguridad social ha empezado a estar en déficit y nunca lo había estado, para mayor desespero no se sabe de donde saldrán los subsidios de desempleo a partir de ahora, como no sea contrayendo más deuda pública. Pero precisamente no contraer más deuda pública es a lo que estamos obligados por la reforma constitucional del PPSOE.

En el sistema bancario nadie se fía de nadie y el crédito interbancario es inexistente, lo mismo que el destinado al tejido productivo, empresas y familias..

Mientras tanto en Europa, nuestros representantes parlamentarios elegidos, son meras figuras decorativas, meros invitados de piedra, eso sí que viajan en primera clase en avión y obtienen substanciosos emolumentos y privilegios.

¿Quien cuenta en las decisiones? pues parece que ya ni siquiera el Consejo Europeo y la Comisión cuentan, que quien de verdad parte el bacalao, aún con sus diferencias, es el directorio franco-alemán, o sea la Sra. Merkel y el Sr. Sarkozy (Merkocy), los cuales han de ponerse de acuerdo entre ellos y el Sr. Draghi, presidente del BCE y el tercer poder en litigio.

La “quita” Griega parece no tomar forma, pues Sarkozy se opone rotundamente a que las entidades financieras carguen con parte de las pérdidas. El quisiera depositar todo el peso, son 100.000 milloncetes de nada correspondientes al 50% de la deuda griega, en los bolsillos de los contribuyentes.

Total, que si contamos que ahora están en el punto de mira Italia y España, estamos al borde del abismo y ahora todo depende, dicen, de los acuerdos que se tomen en las jornadas de la Cumbre Europea de jefes de Gobierno de la próxima semana, en la que ya nadie puede mirar para otro sitio, so riesgo de gran hecatombe del Euro. Lo que sí está asegurada por todos, FMI incluido, es una larga recesión en el mejor de los escenarios posibles, cuando no una ruptura del euro y una nueva y más profunda gran crisis financiera internacional en el peor de los casos.

Alemania solo accedería a la intervención del BCE directa sobre la deuda de los estados y la posibilidad de emitir eurobonos desde el BCE, si Europa está dispuesta a una unión fiscal a “su carta”, que consistiría en profundizar sanciones a los que incumplan el pacto de estabilidad. El destino que nos aguarda es como el de algunos en el 11 S en las Torres gemelas, lanzarse al vacío para no ser devorados por las llamas.

Y mientras tanto nuestro ex-flamante Mister PESC, sí os acordais de él, el paisano nuestro que tenía misión de cargo en las fuerzas de la OTAN como "responsable europeo de asuntos exteriores" aquel traidor vendido al que el ya fallecido Enrique Miret Magdalena llamaba en su columna semanal de contraportada en el diario El País, "Solanazas". Pues mientras tanto este “Señor”, haciendo declaraciones sobre que si la realidad es la que es y su partido, el PSOE, ha de adaptarse a ella. A uno no le extraña nada la deriva derechizadora que tomó el PSOE con personajes así, muy bien emulado actualmente por otra joya de la Corona en Europa, Don. Joaquin Almunia.

Es más leyendo el artículo "Los robots mandan en la bolsa" en el suplemento de negocios del País, uno empieza a darse cuenta del futuro que le espera a la humanidad como no nos rebelemos contra estas sabandijas que nos gobiernan. Cuando se busca la liquidez a través de unos mercados financieros controlados por máquinas, las claves para hacer fortunas ya no consiste solo en tener mejor información sino que es fundamental ejecutar antes la orden, en el tiempo que dura un parpadeo se pueden realizar 40.000 operaciones y el 56% de las operaciones en EE.UU se realizan con programas algorítmicos. ¿Que pueden ya hacer los ciudadanos que no sea apearse de este sistema?

Pero corriendo desesperados vamos a topar en breve con nuestro destino, España Cañí, interpretado por Rajoy y sus cuatreros, que eso sí nos aseguran que ahora ya no es tiempo de fiestas y que lo que pasa nos lo tenemos bien merecido por haber vivido por encima de nuestras posibilidades y apostillan que todo lo que pase a partir de ahora será responsabilidad de todos y todas los españoles, ¡Ahí es ná, que rostro!. Pobres de nosotros.

Y mientras tanto lo que podría disuadir la especulación, que sería un ITF a la altura de las necesidades actuales (Impuesto a las Transacciones Financieras) duerme el sueño de los justos en los pasillos burocráticos de Bruselas.

Las películas basadas en narraciones de Stephen King al lado de esta son más blandas que el cuento de caperucita. ¡Que horror!

martes, 15 de noviembre de 2011

Las marcas del liberalismo en la educación



Antonio Fuertes Esteban
. ATTAC ACORDEM

Un sistema educativo democrático, que se precie, necesariamente ha de establecer un marco legislativo adecuado y posibilitar los recursos y las condiciones ambientales para que todas las personas, sin excepción, puedan adquirir los conocimientos, capacidades y habilidades necesarias para
poder articular un proyecto de vida, o bien reconstruir nuevos proyectos en cualquier momento de su desarrollo vital.

Uno de los desarrollos del poder en la modernidad incipiente (finales del S. XVIII y principios del XIX) estuvo marcado por la construcción del conocimiento y el acceso al mismo. Otro por favorecer las condiciones que hicieran posible el desarrollo de las identidades nacionales en las naciones- estado. Fue el liberalismo político, desde el poder, quien lideró ambos desarrollos. La democracia se va conformando como un nuevo orden liberal que instituye nuevos mecanismos de control y dominación. La función de la educación se erige como central entre los instrumentos de reproducción social. Necesariamente en la educación residía la clave para el control del conocimiento y para el desarrollo del proyecto identitario y de solidaridad nacional al que apelar en los momentos precisos y en función de los intereses de las elites.

El “sueño de la ilustración”, se vincula al predominio de la razón y al progreso. Pero es a este sueño de la razón al que Goya, y en cierta medida Niestzche, se refieren como “creador de monstruos” y esto sucede en la medida en que se consolida y hace hegemónico, en el seno de la Ilustración, el proyecto liberal: En su vertiente económica del mercado libre que se autorregula y en su vertiente político-filosófica como el legítimo derecho de los individuos “más aptos” para hacer prevalecer sus intereses, bajo el dominio del mérito, la selección natural y la lucha por la vida que caracteriza al darwinismo social. Atrás quedaban relegados al olvido discursos que contribuyeron a “las luces” como el criticismo Kantiano, la crítica al dominio absoluto de la razón instrumental, el “no todo vale” en lo que respecta al progreso. No eran justificables desde la ética Kantiana ni el dominio absoluto de la razón instrumental, ni el progreso por sí mismo y como único fin y en contra muchas veces del interés humano.

Los ilustrados liberales idearon unas ciencias sociales a su imagen y semejanza. El saber científico quedaría establecido por la ciencia positiva como verdad objetiva y desde este nuevo paradigma se leen a su vez los discursos sociales. A partir de August Compte se establecen las bases por donde, en lo sucesivo, habrían de discurrir las ciencias sociales, y entre ellas las ciencias de la educación. Es Compte el primero que extiende el método positivo a lo social. Este interés en Compte y en sus continuadores, ha sido causante de que durante mucho tiempo y hasta nuestros días algunas políticas sociales, y entre ellas algunas educativas, hayan reducido a la persona a la categoría de objeto, cosificandolo y sentando las bases bien del proteccionismo paternalista, bien de la culpabilización de este sujeto. Del determinismo divino o destino, se pasa al determinismo humano, la persona no sería la medida de todas las cosas, sino que será la ciencia la que hará de las personas el objeto de su análisis. También en las llamadas ciencias de la educación sucede lo mismo, la persona no es sujeto de la educación sino objeto de ella, un recipiente de asimilación. Esta perspectiva impediría realizar el principal fin de una educación de carácter democrático, que sería la socialización crítica del sujeto; la educación de un sujeto autónomo ante la educación y ante su propia vida, con derechos y responsable de sus actos, sujeto de derechos y deberes sociales. Con el positivismo en educación los seres humanos estarán en disposición para ser barajados, clasificados, normativizados, adoctrinados o adiestrados, como objetos de la ciencia positiva. El interés en Compte era la predicción y el empleo de la ciencia para el control de la naturaleza, incluida la humana. El círculo lo cierra el concepto de “utilidad” (introducido por utilitaristas), que justificaría el mayor bien para el mayor número, la eficacia social había de someterse así a la satisfacción de las mayorías que cuentan, en las democracias actuales los que cuentan en el mercado del voto y del trabajo. A la clasificación y selección se añadiría la segregación del “material” (humano) considerado no útil en un momento determinado.

Hoy, en la denominada por Manuel Castells “Sociedad de la información” y ante el nuevo paradigma globalizador, el sistema educativo formal ha dejado de significar el principal sistema generador del conocimiento y conformador de las adscripciones e identidades nacionales. Es este profundo cambio de contexto histórico, en el que se desarrolla el conocimiento, uno de los factores que han originado lo que desde medianos de los 70 se viene denominando “crisis de la educación”, (Junto a este se pueden citar la revolución en las telecomunicaciones y el desarrollo de internet, los cambios efectuados en la familia y en sus roles tradicionales, la creciente importancia de la llamada educación no formal e informal y la preocupante falta de vínculo entre el desarrollo de una determinada formación académica y la consiguiente promoción laboral, entre otros), y que al mismo tiempo ha propiciado que se hable, cada vez más de sociedad educadora.

Es importante, para poder ejercer una visión crítica de la educación actual, conocer cuáles son los mecanismos por los que ésta sirve, bien a la democratización social orientada al cambio, o bien a la reproducción del sistema social. Sutiles mecanismos de reproducción social se ofrecen a menudo bajo discursos que pretenden promover una pretendida “igualdad de oportunidades” que en teoría, y bajo el valor del mérito, posibilitaría las condiciones necesarias para una pseudo- democratización del sistema. Esta fue la principal baza de la democracia liberal para justificarse socialmente, apelando a la capacidad de las clases populares de promocionarse en el escalafón social, lo que se ha llamado movilidad social ascendente. Desde la perspectiva de la filosofía política (Althusser), de la sociología (Bordieu, Bodelot, Establet), o de la semiología (Berstein) diversos autores probaron en los años 70 y 80 la falsedad de este enunciado: En realidad a través de la educación, las clases, fundamentalmente, se perpetuaban a sí mismas.

En la actualidad existen interesantes corrientes de pensamiento crítico, dentro del campo de la educación, que tratan de ofrecer alternativas a la educación reproductora, especialmente en lo que respecta al tratamiento educativo actual de las diferencias de tipo cultural y a la marginalización de las diferencias socialmente no bien toleradas. Desde una perspectiva que persigue crear las condiciones necesarias para que se dilaten los márgenes de admisión social de la diferencia cultural, a través del conocimiento del “otro”, Henry A. Giroux habla de la necesidad de reconsiderar las relaciones de dominación entre el centro y los márgenes. Para ello desde la educación cabría defender una auténtica igualdad de oportunidades, reinterpretando las formas en que el conocimiento puede ser reorganizado para facilitar la reescritura de los límites. No podemos olvidar la llamada ya Pedagogía de la Liberación, especialmente en lo que tiene que ver con la educación de adultos y con las "comunidades de aprendizaje", cuyo máximo representante e impulsor ha sido Paulo Freire.

En una educación de carácter democrático, por medio de las leyes, recursos e itinerarios educativos, habrían de crearse las condiciones necesarias para una mayor igualdad atendiendo la diversidad, ya que lo que hace a las sociedades democráticas es aquello que contribuye a hacer a las personas más iguales y reconocidas socialmente. Sin embargo los sistemas educativos, en mayor o en menor medida siguen sirviendo al mantenimiento de una sociedad jerarquizada y estratificada y en ocasiones sirven para segregar, estigmatizar o excluir a determinadas personas o grupos sociales. Pero los “restos” que el sistema genera producen marginación, exclusión y conflicto social, ante dichos conflictos el poder no responde con más y mejor educación, ni en general con políticas que den pie a mayores oportunidades sociales, sino que desde la óptica de la culpabilización del sujeto, se responde con más control y/o represión.

Ante la dificultad, expresada por determinados líderes de elites culturales identitarias, para que puedan convivir “bajo el mismo techo” diversos mundos; hemos de reivindicar una vez más una educación que eduque a y para una ciudadanía cosmopolita. Este tipo de educación, no debería servir para conformar identidades definidas y permanentes, sino para posibilitar procesos de relación e identificación que facilitaran a todas las personas el vínculo social necesario para sentirse miembros, de pleno derecho, de una comunidad abierta y acogedora. Una educación democrática ha de proporcionar al sujeto el aprendizaje del conjunto de saberes y formas de interpretación de la realidad que coexisten en la sociedad. En ese sentido educar no debe constituir la base de inoculación cultural o adoctrinamiento de una cultura dominante. La educación ha de contemplar dos supuestos básicos: La universalidad, y ello entraña la comprensión de la diferencia cultural, y por otra la configuración particular de lo social, las representaciones culturales plurales propias del contexto donde la persona desarrolla su socialización, que proporcionan al sujeto el anclaje en su mundo y que alimentan su particular forma de humanidad. También ha de proporcionar a los sujetos de la educación el necesario espíritu crítico para el progreso y perfeccionamiento de lo social, para posibilitar el cambio y romper así el círculo mágico de reproducción de “lo dado”.

El educativo no es un sistema aislado al que venerar o culpabilizar. La educación se desarrolla en el conjunto de la sociedad y el fracaso de la educación es el fracaso de la sociedad y de su escasa cultura democrática. Es por ello, que es apremiante para una sociedad educadora, que se implique activamente y se comprometa con la educación de las futuras generaciones. Para ello la ciudadanía habría de responsabilizarse, en principio exigiendo a los poderes públicos una educación pública de calidad, plural, laica y abierta a lo diverso. Capaz de promover valores democráticos, de compensar las desigualdades y de aumentar las oportunidades para todas las personas sin excepción. Este es el primer reto si no queremos quedar a merced de los adoctrinadores y del mercado. La educación privada realmente existente hoy día, que en su mayoría es religiosa, selecciona y educa en función de una ideología instituida y de las diferencias de estatus y de riqueza- hay una educación para ricos y una educación para pobres-, con lo cual no puede servir a la causa democrática.

A quien no haya tenido oportunidad de ver la película “Hoy comienza todo” de Bertrand Tavernier, le recomiendo la vea en cuanto pueda. La acción transcurre en una escuela infantil francesa y en ella se van desgranando los peores perfiles del sistema neoliberal, en cuanto a los procesos de segregación, marginación, culpabilización exclusión y conflicto social. Perfiles en los que sólo el compromiso con la escuela y la comunidad de un director de escuela, los maestros y maestras, una puericultora y una artista, logran dibujar una ventana de esperanza. Sólo a través del cariño, hacia los niños y niñas, del conocimiento de la realidad y del compromiso, surge la esperanza, el día en que todo puede volver a empezar. En una fusión de la creación artística y el compromiso con los mejores sueños de una comunidad. Preciosa, colosal, inabarcable en toda su humanidad.

Y es en la película donde a un inspector se le escapa aquello de la curva de Gauss. Los científicos sabrán a qué me refiero y tiene que ver con el estado de naturaleza o con la selección natural, cuantos quebraderos de cabeza nos ha dado a tantos y tantos estudiantes. Yo tuve un profesor de biología que estaba empeñado en demostrarnos, que el universo se rige por la curva de Gauss. Todo en la naturaleza es aleatorio y estadísticamente se distribuiría según una curva normal, él empleaba cultivos microscópicos, que según él se ordenaban y disponían normalmente. Lo que constituiría la norma, lo que se espera de las cosas se situaría en el centro de la curva, lo que no se comprende muy bien, se situaría al margen, hacia los extremos, aislado. Yo no comprendía nada, pero como nos caíamos bien, me aprobó. Cuando más tarde estudié pedagogía me di cuenta de que toda la vida me habían estado tratando como un ser aleatorio en movimiento y ora bien me situaban unas veces en el centro, ora bien otras veces al margen, fuera de la norma, del canon de lo que se espera de uno. Muchos profesores distribuían las notas según la norma de la clase ¿Qué quiere decir esto? Pues que hacían la media aritmética de las notas de todos los alumnos y a los que tenían la nota que se correspondía con esta media los situaban en el centro de la curva, eran los alumnos normales, los demás se alejaban o acercaban de esta norma en función de su nota, pretendido reflejo de las capacidades, motivación y conducta de los alumnos. Eso sí, de ningún modo medía esta nota la adecuación y actualidad de los planes de estudios, ni la formación del profesorado, la actitud, el compromiso y las metodologías empleadas, ni mucho menos las dificultades de origen sociocultural en los alumnos. Las políticas normativas basadas en la eficacia y eficiencia y que se vuelven a poner de moda, impelen a los enseñantes a ser sólo enseñantes, no educadores. Desde una nueva apelación a la “autoridad” y a la meritocracia, se comienzan a cuestionar los avances de la educación activa, laica y de los movimientos de renovación pedagógica. Quien no se adapta a unos límites normativos, en cuanto a rendimientos, cada vez cuenta menos a la hora de la programación de los planes de estudio y de la planificación de los enseñantes, esto lleva progresivamente a algunos alumnos a una temprana situación de retraso e inadaptación escolar y a la segregación o al temprano abandono del sistema educativo.

Los test de inteligencia que se desarrollan desde el famoso de Binet (1905) y muchas de las escalas de personalidad, inventarios, que han continuado empeñándose en clasificar, distribuir y seleccionar a la gente, se guían por una norma muchas veces cultural, ya se sabe, el anglosajón, blanco de clase media… etc,...... , si algún niño o niña se desliza un poco hacia abajo por cualquier motivo el día de la prueba, lo tildaban de deficiente en una buena temporada!!!! de ese círculo ya difícilmente se salía. Imaginaos si le llegan a hacer una prueba a algunos de esos maravillosos, pero maltratados por la vida, niños de la película, seguro que les sacan algo “feo”.... En fin, vaya con la campanita de gauss o curva de distribución normal, ¡cómo persigue a algunos!, sólo con que alguien con poder y/o influencia social o científica, se haya tomado la pequeña molestia de definir una norma. Los tecnócratas de la educación son tan peligrosos como los de la economía. El inspector de enseñanza, en la película defendía la norma como necesaria para el buen hacer de la clase, porque eso le habría de posibilitar poder tratar, con garantía de éxito a una mayoría de alumnos, pero obviamente el director de escuela y parvulista responsable, y que amaba igual a todos los niños y quería no marginar a ninguno con sus sistemas didácticos, no aplicaba los procedimientos normativos como el inspector.

También en un momento de la película el director de la escuela, cabreado por la falta de presupuesto en la escuela para cosas imprescindibles, y ante uno de los recortes presupuestarios, se dirige al despacho del alcalde, el cual le explica que el presupuesto en educación y en asuntos sociales se lleva un buen porcentaje del presupuesto de la República. Es obvio que la media y los porcentajes sirven como justificación de todo, es el dominio de los números estadísticos, el funcionalismo en educación o en política o en medicina...., de sobras sabemos lo que significan estos números cuando tratamos de enfrentarnos en nuestra profesión a un problema concreto educativo o social. Es como la teoría del pollo, cuando yo hice la mili (no había objeción posible entonces, sino deserción y declaración de prófugo si no se incorporaba uno) a los mandos les gustaba decir que todos éramos iguales porque comíamos pollo, se les olvidaba decir que la tropa rasa comía los cuellos, alas y vísceras y las piernas y pechugas se cocinaban en la cantina de oficiales. Lo mismo podríamos decir de la renta per cápita, el PIB y otras lindezas…

En fin, para los que hayan leído este artículo les sugiero imaginación, creatividad, y compromiso. Y hoy puede empezar todo o ser un gran día, plantéatelo así.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Al hilo de la deuda la tecnocracia neoliberal toma el poder político. ¡Rebelión ya!


Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

Los acontecimientos se han precipitado en Europa esta semana, ya nadie puede mirar para otro lado. Las dimisiones se suceden y los gobiernos, de momento de Grecia y de Italia, cambian al dictado de “los mercados”. La presión especulativa sobre la deuda de estos países ha supuesto proporciones dramáticas, llevando la prima de riesgo a unos niveles inasumibles para los estados griego y pronto al italiano. El pacto sobre la quita de la deuda griega unido a dictadas reformas estructurales en Grecia, que supuso el gesto airado de Papandreu y el anuncio de referéndum, duró lo que estaba previsto, dos telediarios. Merkel, Sarkozy y la Comisión dieron buena cuenta del gesto y recordaron, apelando a los mercados, la disciplina económica y presupuestaria a Papandreu haciendo ver quién manda aquí.

Desde el poder directo y sin intermediarios esta semana Goldman Sach se comprometía a dejar de presionar a Italia a través de su deuda en vertiginoso ascenso en su diferencial, si a "il Cavaliere" Berlusconi lo sustituía como primer ministro Mario Monti, ex comisario europeo y ex empleado de Golman Sach, el gran banco de inversión de Wall Street más activo por estos lares europeos en la última década. La fortaleza europea ya se derrumba y ahora ya directamente los mercados ponen a sus validos en los gobiernos. Otro tecnócrata Lukas Papademos conforma en Grecia un gobierno breve de concentración, con entrada en él hasta de la extrema derecha. Otro italiano, Mario Draghi, también ex empleado de Golman Sach, ha sustituido a Trichet al frente del BCE.

Y no podemos sino llegar a una indignante conclusión. La banca está tomando el poder político en Europa. Los bancos de inversión tenedores de bonos de Francia y Alemania y la banca financiera de Wall Street con intereses espurios en Europa. Nuestros gobiernos cobardes y/o vendidos hicieron la cama a los plutócratas financieros, después cohabitaron con ellos y ahora el Poder desnudo, el del dinero, ya no necesita a los políticos, los echa de la cama y planta a sus validos. Uno recuerda la fábula de la rana que ayuda al escorpión a cruzar el rio subiéndolo en su dorso, en mitad del rio el escorpión le pica, es su naturaleza. Los políticos han estado vendiendo a los ciudadanos adoptando políticas neoliberales y sirviéndose para la gestión de los tecnócratas de la doctrina neoliberal que se reclama única y objetiva, cuando es la brida con la que someter al pueblo, ahora pagaremos todos por ello.

La deuda es el punto de mira, es el leitmotiv de la política en este momento y es hacia ella hacia donde se vuelven todas las miradas, incluso las de los movimientos sociales y organizaciones comprometidos con la ciudadanía. Pero sin embargo en Europa la crisis de la deuda no es sino el escenario final de una muerte anunciada.

La primera pregunta que hemos de hacernos sobre la deuda Española y Europea es: ¿Qué las hizo posibles y cómo se conformaron? La deuda no es sino la punta del iceberg de la crisis europea, favorecida esta por un bloque prolijo de políticas económicas, desplegadas por los gobiernos europeos de diversos signos, desde los años 80 hasta el presente. Tirar del hilo de la deuda nos lleva a cuestionar el trasvase continuo de las rentas del trabajo a las del capital, el predominio de la economía especulativa sobre la economía productiva y la socialización de las pérdidas y apropiación de las ganancias por el sistema financiero y eso a través de políticas que han significado:

- La pérdida continua de poder adquisitivo de los trabajadores desde los 70, pérdida que ha servido para aumentar los activos del capital financiero.

- El absoluto descontrol financiero en la globalización mediada por los gobiernos para goce del capital. Ello a través de:


La libertad absoluta de los mercados de capital y de cambio. La desregulación aduanera, tarifaria y de los intereses. La falta de supervisión y control financiero y bancario. La opacidad asociada a los paraísos fiscales. La ingeniería financiera con sus productos derivados, sus vehículos financieros, sus CDS, su permisividad al apalancamiento indefinido…etc.

Siendo los episodios más próximos y que más afectan a la deuda española y europea: La participación de bancos europeos en la crisis de las hipotecas basura y la extensión por todo el mercado de estos productos, siendo que en este momento los bancos no pueden calcular sus activos reales. Más específicamente la nula supervisión del BE en el desarrollo de la burbuja inmobiliaria en España y el consecuente desarrollo de la burbuja especulativa.

- La regresión fiscal, elusión, evasión y fraude que impiden que los gobiernos puedan hacer frente a las necesidades económicas y sociales y es esta falta de ingresos la causa más directa de que los estados hayan de endeudarse.

- La falta de fiscalidad internacional ante los negocios mercantiles y financieros globales. También las políticas neoliberales son las responsables de promover y mantener las dos armas de destrucción masiva que suponen los paraísos fiscales: la opacidad consecuente al secreto bancario y la competencia fiscal, que en todo el Mundo se asocia a la atracción de capitales y empresas. En este aspecto es necesario tener en cuenta que estos territorios llamados paraísos fiscales o centros financieros para no residentes, ocultan la acción criminal de evasores y fraudulentos, delincuentes internacionales, corruptos políticos y sociales, grandes fortunas, las ganancias de las multinacionales, el dinero del narcotráfico y el terrorismo,…. Promueven al mismo tiempo la desigualdad ante la ley al acoger y proteger el delito de los capitales móviles, los grandes capitales.

- Las políticas de salvamento de la gran banca y la conversión de deuda privada de la banca en deuda pública. Siendo que una buena parte de la deuda pública se ha gestado por el propio sistema bancario, por su endeudamiento para hacer negocio especulando en la construcción u otros activos. Otra parte por la deuda de las familias, en muchos casos para poder tener acceso a los recursos financieros necesarios para comprar un piso o simplemente para poder llevar un nivel de vida necesario, esto ante la paulatina pérdida adquisitiva de los salarios. También por los autónomos, pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales han entrado en crisis ante la falta de crédito y de consumo y han tenido que cerrar.

- La falta de una banca pública que pueda servir a los intereses de la ciudadanía de los países y que sea administrada social y éticamente. En estos momentos esta banca haría que la economía no estuviera detenida, proporcionando créditos a PYMES y familias.

- La absoluta falta de democracia en los órganos de decisión internacionales y la falta de autoridades financieras democráticas en todos los niveles, desde el estatal hasta el global (ejemplos: FMI, BM, BCE, OMC, OCDE, G-20, BIP, Comisión Europea…)

- La gran influencia en los mercados financieros de supervisores y auditores privados, que están subvencionados y al servicio del capital financiero internacional: Agencias de supervisión bancaria y de rating…

- Las políticas económicas basadas en la competencia que impiden la colaboración y se fundamentan en la riqueza de los países más competitivos y la pobreza de los menos preparados o capacitados.

Y así un sinfín de políticas neoliberales, al servicio de los poderes plutocráticos, han ido implementándose en las últimas décadas. Hemos de ser conscientes de que combatir la deuda es combatir el régimen de competencia, es combatir la liberalización y desregulación de los mercados económicos, es combatir y negar a los poderes no democráticos decididores, es decidir sobre la economía y las finanzas democráticamente, es negar el Tratado de Lisboa hecho a la medida del gran capital. Pero sírvanos la presión insoportable de los poderes financieros, ejercida sobre los Estados y su ciudadanía, para rebelarnos. Hemos de decir basta, la deuda es la gota que colma el vaso, mediante la trampa de la deuda quieren acabar con la democracia definitivamente, poner a los validos del dinero a gobernar directamente y sin intermediarios políticos elegidos por el pueblo. La dictadura de los mercados se institucionaliza.

Auditar la deuda es necesario, pero los ciudadanos han de tener presente en todo momento que la punta que emerge del iceberg puede hacerlo porque la gran masa de este está sumergida. Tirar del hilo de la deuda nos llevará ineludiblemente a demostrar la necesidad perentoria de rebelarse contra este sistema injusto.